El día de la Fiesta de Todos los Santos o Fiesta de las Almas, es la celebración más importante del calendario andino. Esta celebración es detallada como una fiesta de reencuentro entre los vivos y los muertos. Una de las características más importantes de este ritual es la costumbre de ir a visitar la tumba del muerto luego de haber preparado una serie de viandas y platos típicos (en lo posible los favoritos de quien en vida fue miembro importante de la familia), también se bebe y se canta durante uno o varios días. Se llevan coronas de flores naturales y de papel, objetos que recuerden a la persona, y se pinta, arregla y adorna el nicho del difunto como si se tratara de arreglar su nueva morada.

Determinados rituales como los efectuados en la zonas alto andinas de nuestro país están dotados de un matiz pagano, que mezclados con las costumbres católicas traídas durante la conquista, dan lugar a lo que se llama sincretismo religioso o sincretismo cultural. Para algunos, lejos de ser un sincretismo, es un paralelismo entre dos costumbres, dos mundos con vínculos extremandamente fuertes, unidos al fin y al cabo por la muerte. El lugar donde tomé estas fotografías fue el Cementerio de la Balanza, en el distrito de Comas.